En la previa de la F7Sevilla Supercup tuvimos la oportunidad de charlar con Alberto Mige, capitán de River Guadalquivir, en esa entrevista se dejaba entrever que el equipo no era favorito pero que, a pesar de todo, iban a poner las cosas difíciles a sus rivales… y vaya si lo hicieron. La encuesta realizada a pie de campo minutos antes de iniciar la competición también era contundente, aproximadamente el 35% de los votantes veía favoritos a La Naranja Pelona y New Newells, el 15% al Atlético Giraldillo y solo un 13% a River Guadalquivir.

Pero como dejó escrito La Naranja Pelona a través de su twitter oficial que “lo bonito del fútbol es que no siempre se impone la lógica y, el que lo pelea, a veces puede con lo que sea.”

River Guadalquivir es justo y merecido campeón del torneo, lo quiso más que nadie y obtuvo la recompensa. No fue fácil, en el primer partido tuvo que sobreponerse a un tempranero gol de New Newell’s, el gran favorito. Remaron a contracorriente y consiguieron remontar para ponerse con 3-1 a favor antes de que los azules acortasen distancias con un último y postrero gol.

Con la victoria en el choque anterior, otro gigante, La Naranja Pelona, que a River a un asedio casi permanente, tocaba resistir. Si no puedes ganar, al menos, no pierdas. Eso fue lo que pasó, el punto se hizo bueno, tocaba jugársela ante el Atlético Giraldillo.

El último partido fue, por caprichos del sorteo, una final en toda regla. Si el Atlético Giraldillo ganaba tenía muchas opciones de ser campeón, solo una victoria con mejor goalaverage de New Newells les privaría del título. Esto no solo no sucedió sino que, pese al buen hacer de unos azules que fallaron muchas ocasiones, La Naranja Pelona allanaba el camino a los rojillos pese a que no tenían opciones matemáticas de título. El gol de los atléticos dejaba casi sentenciado todo, pero ahí apareció de nuevo la furia de River.

A escasos minutos del final Fabri, uno de los capitanes del equipo, empujaba el balón al fondo de las mallas para desatar la locura entre sus compañeros. River estaba a escasos segundos de ser campeón, poco o nada podía fallar ya. Ocho años después alzaban por primera vez el título de la Supercup, un triunfo gestado a base de ilusión y mucho esfuerzo ¡enhorabuena!