El Cerro Deportivo logró romper el maleficio que le acompañó la pasada campaña en la que tuvo que conformarse con el subcampeonato del Grupo II de Tercera División y de la F7Sevilla Cup, los cuales perdió ante Eset FC y SAM FC respectivamente. El éxito cerreño se forjó en una categoría que se mostró más igualada que nunca en la que costó mucho sumar puntos y en la que la salvación exigió obtener una elevada puntuación. No en vano, la diferencia entre bajar a Tercera y subir a Primera estuvo fue tan solo de ocho puntos.
La clave para lograr el éxito estuvo en la defensa, no en vano tanto el Cerro Deportivo como el Arsenal de Botellines, primero y segundo respectivamente, fueron los dos equipos que menos goles encajaron. De otro lado, en materia de goles anotados, dichos equipos fueron cuarto y quinto en esta particular clasificación que lideró el CA Vodka Juniors.
Para lograr el título, el Cerro Deportivo cimentó su éxito en una plantilla equilibrada cuyos jugadores presentan unas estadísticas goleadores muy similares entre sí. El medio campo comandado por Migue y Tano fue la clave de bóveda sobre la que se sustentó el edificio cerreño, sin olvidar la pegada de Juanma, uno de los laterales más goleadores de la categoría.